Retrato de una burocracia decadente

El fotógrafo Marco Bell se fue al corazón de Caracas, Venezuela, para retratar la pequeñez del ciudadano ante la ley y sus instituciones.

Las Torres del Silencio, donde se encuentran los principales tribunales de justicia penal de la capital, así como la antigua Dirección de Identificación y Extranjería (DIEX), entre otras instituciones burocráticas, parecían ser el lugar perfecto para mostrar efectivamente su punto. Sin embargo, luego de una amplia sesión fotográfica, y su revelado, se dio cuenta de que era otro el tema que emergía espontáneamente de las imágenes. Se trataba de la decadencia de esas instituciones, reflejada perfectamente en el estado de sus instalaciones. Así nació esta serie, titulada Los hijos de Bolívar.

“Lo que se quería hacer al principio era un trabajo sobre el ciudadano medio y su insignificancia ante la ley, las instituciones y lo gubernamental. Su impotencia ante ese sistema, cuando se va a hacer un trámite, una denuncia, etc.”, comienza Bell. “Todo eso lo hice inspirado en un cuento de Franz Kafka llamado Ante la ley”, agrega. Pero al observar esa locación simbólica, se dio cuenta que ese mismo sistema mostraba fuertes signos de decadencia en su infraestructura. “Pero no sólo eso, sino que en el medio de todo eso está la mirada de Bolívar, que observa pacientemente desde el centro de la Plaza Caracas” explica.

“Nuestra capital es la cuna de la libertad latinoamericana, la cuna del Libertador. Y a estas alturas uno se pregunta: ¿Hasta qué punto estamos mejor que otros países cuya libertad nació en este lugar? Sobretodo porque hoy día está de moda todo ese asunto del bolivarianismo, algo que resulta absurdo, porque: ¿Dónde están los ideales bolivarianos? ¿Dónde están en concreto, en obras, en la actitud de la gente? Porque eso está así por culpa de nosotros también, de los ciudadanos”, finaliza.

En un principio quería hacer una denuncia a la burocracia, pero no tenía muy claro el concepto. Fui al corazón de Caracas para observar y retratar. Al final todo evolucionó hacia una demostración de la decadencia y el desgaste de esas mismas instituciones burocráticas que quería denunciar. Eso pasa mucho con la fotografía. Uno sale con un tema, retrata, y cuando vez las imágenes en tu casa te das cuenta que fotografiaste algo completamente diferente a lo que te habías planteado inicialmente. Más que la imágenes de la burocracia degeneró en imágenes de la decadencia.