Midburn: Comunidad psicodélica en el desierto de Israel

“Autoexpresión y autosuficiencia radical” es el slogan del festival anual Midburn que se lleva a cabo en el desierto de Negev, en Israel, a principios de junio, inspirado en el célebre Burning Man Festival de Estados Unidos.

Para ello más de 3 mil personas establecen un colorido campamento en medio de un paisaje lunar polvoriento y desolado, donde de día dan rienda suelta a las más variadas expresiones artísticas y de noche queman gigantescas esculturas de madera. Las imágenes del evento evocan las comunidades post-apocalípticas de Mad Max, pero con un enfoque sumamente psicodélico.

Durante cinco días los participantes, en su mayoría israelíes, fabrican una urbe temporal dedicada a la creatividad, la vida en común y lo que los organizadores insisten en llamar “autoexpresión radical”. Se trata esencialmente de un experimento colectivo de convivencia y espontaneidad artística.

Buena parte de los asistentes se disfrazan, asumen roles distintos a los de su vida diaria fuera del Midburn. Otros simplemente van desnudos. Desde niños hasta ancianos hacen acto de presencia en este particular encuentro, donde todos han de traer su propia comida y bebida, ya que la venta y el comercio están prohibidos. Sólo se permite el trueque aunque este año, debido al calor inclemente, hubo ventas de hielo.

Talleres de escultura y dibujo, así como música y teatro, son algunas de las principales actividades del Midburn.

Durante el día, los pastores beduinos, habitantes tradicionales de la zona, se acercan a la valla que rodea el festival para observar el espectáculo. Luego, en la noche, admiran como es quemada una escultura de proporciones descomunales.

El festival Midburn tiene lugar a pocos kilómetros al suroeste de la tumba del desierto del padre fundador de Israel, David Ben-Gurion.

Al final, se desmonta la ciudad, se recogen los desperdicios y el lugar queda como si nunca nada de esto hubiese sucedido.